Día de San Valentín, las Navidades y el Black Friday. A pesar de que estos días no parezcan tener mucho en común, os voy a explicar por qué sí que lo son. Pero empecemos desde el principio.
Día de San Valentín es el festivo de los enamorados cuando la gente con sus medias naranjas disfruta de las citas románticas en el cine o en los restaurantes. La Navidad por el otro lado es el tiempo para estar en casa y aprovechar del tiempo con los familiares. El Black Friday puede parecer diferente que otros festivos pero en realidad todos tienen algo en común, es decir, son festivos del consumo.
El consumo global incrementa más que nunca. Como el ejemplo nos pueden servir las ofertas navideñas y toda la locura que las acompaña y el hecho de que en las tiendas nos pongan Last Christmas cuando todavía no ha terminado ni el mes de octubre. Pero los laureles se los lleva el Black Friday. La tradición de las compras llegó a Europa aunque aquí no celebramos el Dia de Acción de Gracias y primero era solo un día, el último viernes del noviembre como se supone que tiene que ser pero ahora las tiendas nos ofrecen el finde o la semana entera de rebajas y encima seguida de un Cyber Monday.
Muy buena oportunidad para comprar unas cositas chulas pero ¿qué le parece todo esto a nuestro planeta? Bueno, obviamente no le parece muy bien. En teoría podemos conseguir las cosas más baratas pero en práctica la gente se deja llevar y gasta un montón de dinero en cosas que resultan ser totalmente innecesarias. Ya os podéis imaginar todo el plástico y la basura como el efecto. Encima, según las estadísticas, solamente un por ciento de las cosas obtenidas en las ofertas de Black Friday sigue en uso después de seis meses. Qué fuerte, ¿no? No creo que valga la pena toda esa locura, pero es lo que hay, bienvenidos en el mundo consumista y materialista.
¿Y qué tal vuestras compras? ¿Habéis pillado algún chollo?
La abrazaárboles
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